Córnea y Superficie Ocular
La cirugía refractiva consiste en la intervención quirúrgica destinada a corregir los Defectos de Refracción, Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo. Su corrección habitual se hace con gafas y lentes contacto, pero existen motivaciones personales y de adaptación para desear corregir estos defectos mediante cirugía. Esta puede realizarse con láser o lentes intraoculares.
Nuestros doctores escucharán atentamente sus necesidades y tras un minucioso estudio le aconsejarán sobre la técnica más idónea para que usted pueda vivir sin gafas.
- El Pterigión es un crecimiento benigno de la conjuntiva que invade la córnea. Ocurre más frecuentemente en el lado nasal, pero puede ocurrir también en el lado externo. La principal causa de su aparición es la exposición solar y la sequedad ocular. Las personas que trabajan al aire libre son las más frecuentemente afectadas.
- La Pinguécula es una lesión más benigna y de menor tamaño que no invade la córnea. Los síntomas del Pterigión dependen del tamaño de la lesión, pudiendo originar “ojo rojo”, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño. En sus formas más evolucionadas puede afectar a la visión al generar astigmatismo y ocupar el área pupilar.
Su tratamiento, en sus formas más evolucionadas y con componente estético, es siempre quirúrgico. Nuestros doctores tienen una amplia experiencia en este tipo de cirugía, realizando su extirpación con Autoinjerto de conjuntiva y colocación con un pegamento orgánico (Tissucol), sin colocación de puntos y con una tasa muy baja de recidivas.
- El Queratocono es una enfermedad progresiva de la córnea que conlleva una alteración de su forma, haciéndola irregular y ocasionando una pérdida de visión.
Esta enfermedad suele empezar en la infancia o en la adolescencia y es progresiva en la mayoría de los casos. También puede ocurrir en edades más tardías siendo su evolución más leve.
El Queratocono se puede corregir con: gafas, lentes de contacto, anillos o segmentos intraestromales, Cross-linking corneal y/o trasplante de córnea en su fase final.
Su diagnóstico se realiza en la consulta gracias a la topografía corneal.